martes, 19 de abril de 2016

TERREMOTO EN MANTA 2016

PATOLOGÍAS CONSTRUCTIVAS




EL EVENTO

En ese día fatídico todo trascurría con normalidad en la ciudad de Manta donde residimos. Cada persona se dedicaba a lo suyo, las compras, los paseos, el deporte, la conversa  y a la hora del evento la mayoría de ellas no estaban en casa sino en la calle, merendando una menestra, una parrillada, una hamburguesa, como de costumbre todos lo hacen lo sábados en la tarde, a esa hora, la hora del evento. Nosotros habíamos terminado de caminar por la playa del Murciélago con mi esposa quién durante el hecho me había advertido que el océano estaba retirado una distancia mucho mayor de lo habitual con respecto a su límite normal de playa, lo que nos llamó la atención, nos causó sorpresa y nos arrimó a un debate sobre el origen de tal disfunción pero no más de aquello que superara la racionalidad sin tener idea de lo que estaba por ocurrir esa tarde y noche. Al llegar a casa manteníamos la conversación al respecto pero al no entender las partes de un todo nos dispusimos a ver una película. Eran ya casi las siete entrando la noche de ese trágico día sábado 16 de abril, cuando una vibración hizo que mi esposa saltara y se asomara al balcón con la esperanza de entender lo que pasaba, pero la naturaleza tenía que cumplir una tarea y soltó por encargo un golpe fuerte que sacudió la casa de abajo hacia arriba. Fue una cosa tremenda. Puede escuchar como la ciudad sonaba ante tal embate. Ese fue el instante en el que los edificios comprometidos rompieron sus bases. Luego de ello, la disposición, como mandada para terminar con lo inicialmente hecho, hizo que las edificaciones vibraran lateralmente a manera de tamiz que quiere cernir la pulpa depositada en su seno. Esto terminó el trabajo y las ya rotas bases de ciertas edificaciones permitieron que estas colapsaran. La luz se apagó inmediatamente y salimos de la habitación. La casa estaba bien pero lámparas, platos, vitrinas, adornos, no habían tenido la misma suerte. Salimos sin interrupción alguna. Puertas y ventanas estaban íntegras. Las paredes y demás también. La casa se había comportado como una caja rígida navegando sobre la plataforma de cimentación planeada a manera de un gran barco en alta mar. Ya en el vehículo nos dirigimos en busca de los nietos que vivían en un céntrico edificio. Hasta ese momento me encontraba sin la menor idea de la magnitud de la intervención natural, era simplemente otro susto que la Tierra nos daba en éste país lleno de volcanes, me decía ensimismado. Desde niño los movimientos telúricos eran parte de la vida. Incluso los esperábamos para que el clima cambiara. Claro, este era el papá de esos precedentes, según mi interior, pero resulta que era mucho más que ello, más que una simple escala, era un ángel de la muerte. Llegamos al redondel de Los Eléctricos al noroeste de la ciudad, estratégico lugar desde donde se ingresa al centro viniendo desde la Ruta del Spondylus, que es esa vía que perfila la encantadora costa ecuatoriana.  Es desde ahí que empezamos a ver paredes en la vía y las personas deambulando solas, abrazadas o con heridos. Muchos desesperados y sucios. Mis ojos no creían lo visto y mis sentimientos me demolían en tranquilidad. Según como avanzábamos hacia la calle “24” la cosa empeoraba, pues ya no solamente veíamos personas desoladas sino edificios caídos, autos aplastados, postes en el suelo, chispas y mayor desesperación y desesperanza. Nosotros bullíamos de angustia y temor. Los niños habitaban un edificio antiguo de apariencia sólida, pero ya no sabíamos qué esperar. Giramos la esquina y al hacerlo miramos el edificio y nuestros temores se tocaron unos con otros como el embate de las olas sobre la arena. El edificio estaba roto. Gracias a Dios su diseño había funcionado y no había tocado piso con su portentosa masa de cemento, pero su apariencia nos indicaba que pronto se derrumbaría. Rápidamente y con la “irresponsabilidad” del que ama nos acercamos para quedar desplomados al ver a las personas, entre los que estaban los nietos y la nuera, permanecían atrapados tras la puerta de entrada inconscientemente construida para detener ladrones pero también a todas esas personas usuarios que ahora esperaban una réplica para que el edificio se les viniera encima. Raudos y con la ayuda de otros “irresponsables” golpeamos con fuerza y más con ruegos a Dios y al fin cedió. La alegría de Carmita, mi esposa solo era superada por la desesperación al tener sus nietos en brazos. Para nosotros todo había pasado.

Al día siguiente ya como arquitecto tenía que analizar lo sucedido. Le dije a Carmita que me acompañara a tomar fotos, pensando que era poco moral, pero con la consigna de que es necesario saber para no volver a cometer errores, como si esto pudiera ser así. Salimos y a la luz del domingo la cosa cambió. No pudimos hacerlo. La tragedia nos superaba. Volvimos a intentarlo en la tarde pero no pasamos de Tarqui, una antigua parroquia de Manta de mucha actividad comercial. Tampoco pudimos continuar. El corazón no soportaba tales hechos. Los seres humanos tenemos la fortaleza de una hoja de papel al viento. Las personas todavía no comprendían lo que había ocurrido y me pasaba igual. Ya pasados los días la consciencia se abre y es cuando eso que llamamos lo desconocido en nuestro interior se muestra para darnos perspectiva y cordura. Al día siguiente tomamos fotos y creo que tengo unas ideas de lo que pasó en las edificaciones y las patologías constructivas que deben evitarse. Esto lo hacemos en base a haber vivenciado el “evento” y a la observación directa de los hechos. No es un trabajo científico, ni es un ensayo académico, son pautas que especialistas sabrán desechar o confirmar, pero que pueden ayudar a constructores profanos y empíricos a no volverlos a hacer.


HABLANDO DE LAS PATOLOGÍAS CONSTRUCTIVAS.

En un primer momento el golpe que sacudió el abismo profundo de las capas tectónicas fue de abajo hacia arriba, lo que se conoce como “trepidación”. Esto hizo que las edificaciones se sacudieran o “saltaran” quitando peso a las bases inicialmente, para luego caer y generar un sobrepeso brutal para muchos edificios no calculados para ello. Edificios con diseños cuyo mayor peso se encontraba en pisos superiores; edificios construidos piso por piso sin diseño alguno y según como había dinero; edificios con columnas sin la resistencia adecuada en planta baja; se rompieron. Esto se podía observar fácilmente pues en muchas edificaciones los pisos altos se veían sanos pero sus plantas bajas eran despedazadas. Muchos diseños que enduraron los terrenos apisonándolos de manera dispersa sin uniformidad o que colocaron puntos de columnas sobre cisternas u otros puntos rígidos hicieron que el golpe de asentamiento rompiera las estructuras justamente en esos puntos duros, ya que los suelos de Manta son arcillosos expansivos. Esto también afecto a edificios altos que no estaban asentados homogéneamente a pesar de estar construidos con estructuras sismo resistentes.


 ESTA VIVIENDA POR "MEJOR HACER" TENIA UN PUNTO DE APOYO RÍGIDO SOBRE LA CISTERNA ENTERRADA. ESTO ROMPIÓ LA CASA EN EL MOVIMIENTO TREPIDATORIO.



Luego de ese primer momento vinieron movimientos de “oscilación” o movimientos de desplazamiento que actúan como las ondas en el agua al arrojar una piedra. Estos movimientos remataron a los edificios rotos en sus bases y los viraron completos en unos casos y los redujeron a escombros en otros. Esto se aprecia en ciertos edificios especialmente con cargas distribuidas con excesos hacia el exterior de la estructura.  Cabe indicar también que por observación se definen ciertas zonas de mayor impacto de estas ondas vibratorias que las defino como “líneas de destrucción”. Estas líneas así llamadas no actúan como los fluidos de manera consistente sino que van en una dirección específica como flechas desde el epicentro, destruyendo a su paso objetos. Es por esta explicación que comprendo que edificios caídos estén cerca de otros que no fueron afectados y otros que estuvieron de frente a esas líneas terminaron destrozados como el caso del edificio del IESS u otros edificios como aquellos en Barbasquillo. Sucedió también que edificios que tenían su masa mayor en dirección de estas líneas no fueron afectados. Cosas del destino.


EDIFICACIONES EN LAS LINEAS DE DESTRUCCIÓN. OTROS EDIFICIOS CERCA NO SUFRIERON DAÑO.



En un tercer momento de análisis y producto también de los movimientos oscilatorios, las paredes de pisos altos explotaron. Esto se debió especialmente a que edificaciones tenían buenas bases, muy bien enterradas pero no tenían sus paredes los amarres adecuados y necesarios. En Manta se construye como en todo el Ecuador de manera empírica con la dirección de maestros artesanales o con los mismos propietarios que fungen de profesionales. Esto es similar a que alguien se opere a sí mismo en una silla. Es inaudito pero real.  Para las paredes se usa ladrillo o bloque de cemento de 7 centímetros o menos de espesor para cerrar luces entre columnas de más de 2,50m y entre losas de más de 2,70m, sin el uso de ninguna cadena de amarre ni de chicotes de hierro. Al estar las estructuras bien afirmadas, los pisos subsiguientes a la planta baja se movieron como resortes lanzando las paredes lejos de la construcción por la falta de amarre. Esto lastimó a muchos y asesinó a otros. También muchas estructuras pesadas de concreto estaban asentadas sobre estas paredes que hicieron venir abajo a toda la edificación.


LA FALTA DE AMARRE EN PAREDES HIZO QUE LA ESCALERA ASENTADA EN ELLA SE DESTRUYERA.


En un cuarto momento vemos también fallas en los conceptos estructurales. Uno de los importantes y más caros edificios de Manta se rompió aparatosamente por estar diseñado arquitectónicamente en forma de L. Esto hizo que en el movimiento oscilatorio el brazo largo de esa L se rompiera. Muchas otras edificaciones están diseñadas con formas asimétricas sin tener en cuenta como solventar mediante vigas y columnas estéticas o por lo menos funcionales esa asimetría. También mantenerse dentro de conceptos como las mallas estructurales no garantiza que la edificación no cederá. Los edificios que cayeron tenían dicha concepción.


EDIFICIO CUYA FORMA EN "L" PERMITIÓ QUE LA OSCILACIÓN LO DESTRUYERA A MÁS DE ESTAR UBICADO EN UNA LÍNEA DE DESTRUCCIÓN.


Esos fueron las causas que he podido observar.



QUE HACER A FUTURO

Lo mejor hacer diseñar y construir la estructura y hasta obra rústica la obra por profesionales arquitectos o ingenieros.

Con respecto al movimiento trepidatorio, es importante que los constructores exijan a los municipios que defina por zonas de la ciudad, densidad, homogeneidad, solvencia y resistencia de los suelos en Kg/cm2; que definan por normativa urbana lugares para edificaciones en altura que guarden las condiciones geológicas para hacerlo; que defina zonas de riesgo sísmico, esto no es tratar de establecer cuantías imposibles, sino definir rellenos, parábolas de deslizamiento, taludes. Y muy importante hacerlas respetar. Así mismo y esto para los empíricos, que construyan sobre bases correctamente asentadas sin puntos duros en la cimentación que no tengan los demás asientos; con columnas de base diseñadas y ubicando los pesos de uso mayores en plantas bajas.

Con respecto a los movimientos oscilatorios las construcciones deben estar amarradas superestructuralmente hablando. Esto no solo ayuda a sostener los tabiques sino0 también ayuda a la estructura en su comportamiento. Las paredes deben hacerse con amarres en lo alto en una proporción de 20 espesores y en horizontal en proporción de 30 espesores. Es decir si la pared tiene 7cm de espesor, deben ir amarres de concreto en vertical cada 1,40m y en horizontal cada 2,10m. Máximo dos módulos por dirección. Esto en todos los elementos paredes, mojinetes, antepechos, frisos. En cuanto a la forma de las edificaciones deben usarse conceptos de distribución de cargas que no limiten las figuras de diseño sino las mejoren con elementos estructurales de apoyo que pueden ser vistos y decorativos a más de su potencia estructural. Recuerde que no tiene tanta importancia los materiales, la forma, el tamaños, sino el “cómo se hacen llegar las cargas al piso”


La tarea de ahora en adelante es grande. Ya el problema estructural civil pasó. El problema social como grande monstruo que es se manifestará.


Atentamente
Erick Bojorque Pazmiño






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