Nadie podría ser alguien si en su interior no existe nada más que la opinión de los demás.
Borobio Navarro, Luis. Las teorías de la arquitectura. "TEORIA E HISTORIA DE LA ARQUITECTURA". Octubre 1994. Web. 3 abril 2014. <http://dspace.unav.es/dspace/bitstream/10171/16635/1/RE_Vol%2018_07.pdf>
Conocer es importante.
Entender es mejor.
Comprender es indispensable.
Ser conciencia es lo genial.
Caer dentro del saco sin fondo de la teorías es entregar el alma al sin sabor de la frustración.
Nadie ha creado algo con el simple hecho de teorizar.
Nadie ha logrado romper el desconcierto interior, teorizando.
Sabio es aquel que conoce pero también crea, también hace.
Las teorías nacen de la necesidad de comunicación.
Comunicación de lo sensible, de lo apreciable.
Pero, las teorías explican, conducen.
No son un fin en sí, son un medio.
Cuando se estudia la cátedra de teoría de la arquitectura, al nivel propuesto, no intentamos formar grandes dominios intelectuales, conoceres de envergadura que se limitan a la información y a expresar lo que los estudiosos han dicho. Claro, siempre y cuando no se interponga esto con el anhelo inmanente de profundizar en la crítica por parte del estudiante. Lo que buscamos es relacionar correctamente en el discente el manejo teórico con la práctica creativa.
Nunca, ambas podrían separarse.
Pensar que se puede hacer arquitectura conciente con el simple hecho de proponer plantas arquitectónicas y fachadas, volumetrías, es incompleto y a la larga contraproducente.
Miles de arquitectos lo hacen.
Miles de bocas que alimentar.
Lo interesante es convergir en una idea que sea la propia expresión personal que ha partido de ser posible y en la medida de lo comprensible del manejo teórico encausado hacia la originalidad.
para ello la persona debe enfrentar el gran reto de conocer para luego hacer.
Atentamente
Erick Bojorque Pazmiño
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